Hey Ho Let’s Go:
El viernes 18 de marzo nos vimos en La
Riviera haciendo cola para ver a The
Vaccines, ¡sin comerlo ni beberlo y for free! ¿Pero cómo tenemos tanta
suerte? No penséis mal, a veces y solo a veces (no creemos en el karma) cuando
eres generoso, la vida te devuelve la pelota. Así que allí estábamos,
dispuestos a ver en un momento a un grupazo británico tipo indie rock con
toques garajeros, de esos que te hacen saltar y sudar hasta reventar, de los
que disfrutamos de verdad.
Entramos, pillamos la maceta de rigor, y mientras se llenaba esta sala
apalmerada (que ya ves tú la gracia de las palmeras si te come la visibilidad, que
no fue el caso), nos colocamos en las escaleras, con perspectiva para verlo
todo y tomarnos la cervecita tranquilamente. Photo below.
Se nota que la peña había venido con ganas porque desde
el minuto 1, en cuanto la sala estuvo casi llena y los inglesitos comenzaron
la cosa con Handsome, el suelo
retumbó y ya estaba todo el mundo danto botes como locos; Cos I got so down I held the world to ransom/Lonely,
bored and bad thank god I'm handsome (so handsome) … tiri tiri tiri… ¡como
p’a no!
Nosotros seguimos saltando desde nuestro palco improvisado
con Wreckin’ Bar (Ra Ra Ra), marcha a
tope, Dream Lover, algo más
tranquilita pero disfrutándola, o 20/20
¡¡ brazos arriba !! y nos dejaron thinking ‘bout youuuuuuuuu… who who who! Con
el mini vacío, es hora de bajar al gallinero. El ambiente está tan caldeado que
no podemos seguir simplemente mirando. Hay que contribuir a la fiesta por fuerza mayor. Nos
metemos entre la gente como podemos y el ritmo nos va invadiendo. Los oyentes
calientes están en su onda, la sintonizamos y nos pillan bailando y botando las
canciones que más hacen mover el cucu como Post
Breack-up Sex, me parto, y I Always
knew, mather of goooood! Con esta última la gente se enamoró entre sí de
sopetón. Te puedes imaginar cómo estaban para entonces; ultrafanes como panes.
Pero aquí viene la apoteosis señoras y señores, puede
sonar a tópico, pero lo que funciona, funciona y no se puede negar… y tocaron…
¡¡ If You Wanna !! y nosotros wanna
wanna, claro que queríamos, eso y volver a donde quiera que nos llevasen. Para
terminar el conciertazo, nos dejaron todo el buen sabor de boca con Norgaard, regresando a sus primeros
trabajos.
Para nada dejaron de lado su último trabajo English Graffiti, como se ha podido
escuchar en otros medios, podéis comprobar por la set list (que publicamos también)
que le dieron mucha tralla a este último disco y el público lo acogió con los
brazos abiertos.
P.D.: Esta crónica se la dedicamos a María V. Paul, por ser tan maravillosa. Esperamos tenerte cerca más veces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario